2 poemas a 4 manos. Julián Axat

arma_con_palito_de_helado

1. Técnica para fabricar bombas con palitos de helado.

Primero toma cien palitos de helado

Ráspalos hasta que todo sea astilla

Coloca agua en un pocillo

Mezcla con una cuchara hasta hacer un engrudo

Coloca en el pocillo parte del rancho semanal que venga con lentejas

Agrégale yerba escupitajo orín excremento todas las cucarachas del suelo

Necesitas cinco pelos de “Maestro”

Una lagrima de la psicóloga que te atiende

Fragmento de guano de paloma que se posa sobre el barrote a las cinco de la tarde

Reza el padrenuestro tumbero

Vuelve a mezclar todo con cuchara

Vuelve a tomar los palitos de helado y arma una cruz con ellos

Úntala con la pasta conseguida

Pídele a San la muerte tu libertad después de que e sol desaparezca de tu ventana y visualices la primer estrella.

Arma una bandeja para llevarle al juez y te crea que eres el rey de las manualidades

Arma la tuya para apoyar la copa con la que brindarás tu salida

(Este poema lo escribimos a cuatro manos con R.S., surge como disparador del contrato de suministro de palitos de helado realizado por el Estado, para que los menores institucionalizados en la provincia, realicen manualidades: “… de una  parte, (…) en representación de Institutos (…), en adelante, el “cliente”, de otra  parte, (…) en adelante el “proveedor” (…) exponen, primero: que el cliente está interesado en la contratación por el suministro de palitos de helado (…) En virtud del Contrato el proveedor  se obliga a entregar X cantidad de palitos de helado en forma semestral…”

 

2. Reescribiendo a Francisco Paco Urondo en el engome.

 Del otro lado de la realidad está la jaula, de

este lado de la realidad también está

la jaula; la única realidad es la jaula e

irreal la realidad, aunque eso no se sabe bien,

sí se sabe de la pertenencia de zombies

deambulando en aquello que suponen “la realidad”,

fumadero con lo que queda de rascar el

fondo de la olla inocencia invernal sabiendo que

ellos son la infra-realidad sin sol visceral

un tipo de miedo vendido por mercenarios

del ébano trafican caucásicos barrotes y cámaras para

que todas las comunidades tengan jaulas en cómodas cuotas

licitadas a los vecinos del Ente, porque

aunque parezca una mísera verdad, la única

mentira no es siquiera la verdadera traición, es

simplemente la reja que cuadricula el cielo real de

la jaula a la que pertenece el fin de nuestra realidad

donde la única irreal no es más que la derrota

(Poema escrito a cuatro manos con R.S)

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